domingo, 25 de enero de 2015

Running para vagos

No es que yo sea un vago, ni que lo crea que mi amigo AlF lo sea, pero encontré el libro titulado así “Running para vagos” y después de leerlo todavía no sé si mañana me calzaré las zapatillas o … me iré de “running” a los bares de Van Dyck (para los no iniciados: una  de  las mejores de bares de pinchos y tapas de Salamanca). 
Antes de seguir y por no adelantar el final de la película os dejo algunos enlaces de interés relacionados con el libro: 




Y aquí algunas de las mejores píldoras que nos deja el libro. 

La afición al running dio comienzo al mismo tiempo que la objeción de conciencia. Al igual que los cristianos en su momento, los primeros runners no eran gente muy apreciada entre sus congéneres.

Esa puñetera manzana a media mañana no sólo no te quita el hambre, sino que te da gases y retortijones ¡cojones! El lobby de las manzanas debe de estar financiando los libros de dietas.

Y comienzo a subir. Sin calentar ni estirar. Como los hombres. ¿Acaso calentaban los romanos antes de la batalla? “Un minuto cartagineses, hay que estirar gemelos y antebrazos.” “¡Ay, me ha dado un tirón! Amílcar, quieta la lanza, tiempo muertooo…

Mañana... INTENTARÉ HACER running. El running es lo mismo que el footing, pero más cool. Yeah.

Lo más difícil es tomar la decisión. Y no por lo que usted piensa. El primer día es fácil tomarla. El segundo, es imposible. El tercero es jodido. El cuarto se hace y punto. El quinto se pasa de todo. El sexto, el remordimiento... Es una puñetera montaña rusa. Y si llueve o hace frío, o calor, ni te cuento. 

Así que la decisión no es un día. Es cada día.

Cada vez que avance un pie, procure que el talón sea lo primero que pise el suelo.Cuanto menos salte y más suave sea su paso, menos se cansará y menos sufrirán sus músculos y articulaciones.

Yo lo hice. Me dije “bueno, llevo varios meses, y son rebajas, voy pallá”. Me hicieron un análisis de la pisada y me llevé unas zapatillas tan caras como excelentes a casa. Al día siguiente me levanté, me las calcé y salí a correr. Y me cansé igual.

Acabo con pausa este post para mi blog que tengo tan oxidado como … el tren se acerca a buen ritmo a la estación de Zamora, un fraile Franciscano con quien comparto butaca me comenta alegre que ya ha leído toda la prensa del día y que un “hermano” se ha puesto algo malito, escucho a Ennio Morricone … cualquier cosa vale porque “lo más difícil es tomar la decisión”




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